Esta semana estoy en Bath, Reino Unido. No es la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que estoy por aquí. Debe ser la sexta desde el año 2000 que estuve en un congreso por vez primera.
Siempre es un placer estar en esta Universidad, la gente es agradable, la Universidad es, como decirlo, activa y aunque tiene sus pequeños inconvenientes (ir aquí y allá farfullando cuatro palabras en inglés y la comida, si se le puede llamar comida a lo que hay por aquí) debo confesar que lo disfruto.
Ando metido en un trabajo en simulación de dispersión de ondas acústicas a altas frecuencias. El problema modelo es demasiado simplista (objeto suave, bidimensional, convexo) como para ser tenido en cuenta como un problema real, pero en un campo nuevo como éste, desde el punto de vista matemático, uno empieza por donde puede analizar algo. Andamos redactando un trabajo y sentado las bases de un futuro artículo.
De momento, todo marcha satisfactoriamente bien
Coda 1 Cierta noche paseaba por la calle y ví a un hombre agazapado en la acera manteniendo a duras pena el equilibrio. Indudablemente estaba bebido. Me acerqué y le pregunté “¿Has perdido algo”, “Sí”, me contestó, “he perdido mi llave”. “¿Está seguro que la ha perdido aquí?” quisé saber yo, a lo que me contestó el borracho: “No, estoy seguro de que la perdí allí”. Sorpendido le pregunté “¿Y que hace buscándola aquí?”. Me miró y me replicó lo que parecía lo más natural del mundo “es que aquí hay luz y allí no”.
lunes, 2 de marzo de 2009
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