jueves, 3 de diciembre de 2009

De técnico informático

Me gustan los ordenadores. Desde siempre. Desde mi primer amstrand cpc 6128. La razón por la que hice matemáticas es que en el 93 no había estudios de informática en Zaragoza y la Licenciatura de Matemáticas suponía una buena forma de entrar en este campo. Luego ya se sabe, el hombre propone, Dios dispone.

Saber algo, que no mucho de informática, supone que eres el técnico de la familia. Eres a quien hay que recurrir si quieres montar un sistema operativo nuevo, instalar una red o configurar el emule. No pasa nada, me gusta y el tiempo se me pasa volando.

Este fin de semana pasado tuve una de esas experiencias que además sirven para estrechar los lazos afectivos con una figura tan imponente como la de un suegro. La historia se desarrolla más o menos como sigue.

Mi suegro, tras escuchar cantos de sirena por amables teleoperadores al otro lado del atlántico decide contratar un ADSL con telefónica sin consulta alguna no conmigo, sino con su mujer e hijas. Días después recibe lo que él esperaba fuera un teléfono, y se encuentra con un especie de cajas con una antena y muchas clavijas, vamos, lo que se podría denominar como router.

El sábado hay comida en su casa y me presenta al router... y empieza el festival. El ordenador que tiene lo compró poco antes de que empezara a salir con su hija, antes de trabajar en Pamplona. Vamos, en el año 2000. Evidentemente, no es que no tuviera wi-fi, es que ni siquiera tenía ethernet. Mal empezamos.

Seguimos charlando acerca de lo que ha contratado. Le comento que existe un concepto "alquiler de línea" que supone 14€ más en la factura por mes más IVA. Cabreo general, llamada a telefónica tratando de anular la compra y respuesta del teleoperador: "hay que pagar una indeminización de 300€".

En fin, el caso es que por la tarde nos marchamos al PC City a comprarle un nuevo equipo. Personalmente, nunca compraría ahí, pero vamos, va a ser un equipo que no va a soportar mucha carga así que por 600 euros, monitor incluido, no está mal (quad core, 4gb ram,...). Pues nada, el resto de la tarde instalando todo, incluido el software habitual (mozilla firefox, word, acrobat reader, ...) y verificando que todo funcionara.

Esta experiencia me ha servidido para comprobar algunos hechos:
  • Pese a las quejas de mi suegro, los precios están tirados. Su equipo actual le costó 200.000 pts (1200 €) hace casi 10 años. El nuevo, la mitad, inflación aparte
  • Windows 7 no está nada mal. Tenía algo de miedo porque, mi suegro ha mudado desde Windows 98 (vamos, hemos saltado windows 2000, XP, Vista) y no lo ha extrañado demasiado. Me gusta su nueva política de seguridad, aunque desde que empecé a trabajar con Linux, no me sorprende demasiado.
  • Las compañías se aprovechan de la gente mayor. No entiende lo que está comprando. Además, proponer un servicio sin apuntar cuánto vale realmente la factura mensual roza lo ilegal.
  • Los padres en general tienen la necesidad de demostrarte que saben más, que tienen mas experiencia, que tienes mucho que aprender... y en general es cierto, salvo en aspectos como las nuevas tecnologías. ¿Por qué no reconocen que deben pedir consejo? (mi padre hizo algo parecido tiempo atrás)
Finalmente, tuve los momentos divertidos:
  • "A mí dijeron que me vendía o el ruter ese o algo diferente"... lo diferente era la "güifi"
  • "Me dijeron que me enviarían un teléfono y esto no es ".. el router
  • "¿Qué usabas para entrar al banco?" "Yo, el morcilla" (firefox)
¿Continuará?

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